La bahía de Nápoles. En Pompeya |
El golfo de Nápoles es un golfo de mar Mediterráneo que se encuentra en la costa suroeste de Italia. En el golfo se encuentra, al norte, la ciudad de Nápoles y la ciudad de Pozzuoli. Como lugares a destacar encontramos la antigua ciudad romana de Pompeya y el volcán Vesubio, situado al este del golfo. Al sur, cierra el golfo, la península Sorrentina, cuya principal ciudad es Sorrento. Esta península separa al golfo de Nápoles del golfo de Salerno. El golfo está limitado por las islas de Capri, Isquia y Procida. La región es un importante destino turístico en Italia por las ruinas romanas cercanas de Pompeya y Herculano, destruidas durante la erupción del Vesubio del 79.
Relieve actual del Golfo de Nápoles y del Vesubio. Fuente: Google Earth. En grande en Pompeya |
LA ERUPCIÓN DEL VESUBIO
Recreación de la erupción del Vesubio. En Pompeya |
Las informaciones que tenemos sobre lo ocurrido el 24 de Agosto del 79 d.C. se debe a las cartas que Plinio el Joven envió al emperador Trajano donde relataba lo ocurrido. Se sabe que el volcán empezó a registrar actividad días antes del desastre mediante terremotos de baja intensidad, pero los habitantes estaban bastante acostumbrados a este tipo de actividad sísmica, así que no le dieron demasiada importancia, pero lo que nadie sabía es que durante años un gran depósito de magma se había acumulado bajo el volcán y este sería el detonante de la posterior erupción de tal virulencia que lo que de normal sería un efecto escalonado de las diferentes fases durante días se concentró en uno sólo, la madrugada y las horas posteriores del día 24.
El magma entró en contacto con agua que se filtraba provocando una lluvia de ceniza volcánica, así mismo el magma empezó a ascender unas 4 horas antes de la erupción, la superficie del volcán se fracturó poco después del mediodía ocasionando la explosión, empujando la piedra pómez y los gases a una altura de 28 Km en vertical, se puede decir que la energía térmica liberada era el equivalente a 100.000 veces la de la bomba nuclear de Hiroshima. Con ello nos hacemos una idea de lo escalofriante del hecho y los resultados posteriores. La columna de gases y piedra alcanzó los 33 Km, pero cuando alcanzó la altura máxima se derrumbó, dispersando los gases a través de 20 Km a la redonda y provocando una lluvia de piedra pómez. Se sabe que lo que mató a tantos habitantes no fue la piedra pómez ya que esta aunque se contaban por toneladas no es mortal en sí misma pues tiene poca densidad, pero si los gases que debido a su toxicidad hicieron perder el conocimiento por la falta de oxígeno, no obstante los tejados de algunas casas por el peso se vinieron abajo y los barcos de apoyo para la evacuación quedaron abnegados por la piedra que caía sobre ellos.
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LAS EXCAVACIONES: INICIO Y DESARROLLO DE LAS MISMAS
La primera persona que excavó las ruinas de Pompeya fue un militar de Zaragoza, llamado Joaquín de Alcubierre. En el año 1748, Joaquín intentó entrar con su equipo la capa de lava que cubría Herculano. Más tarde desvió sus investigaciones hacia Pompeya y Carlos III el rey de ese año, lo apoyó con mucho entusiasmo. Sus excavaciones duraron 32 años, en los cuales destapó los edificios más importantes de la ciudad. Pese a esto, fue muy criticado por sus durísimas persecuciones y condenas a los ladrones de arte que entraban en la excavación.
En el año 1863 se inventó un método para conservar los cuerpos. Su inventor fue el arqueólogo Giuseppe Fiorelli. Todo empezó una mañana en la cual el arqueólogo está excavando y se encuentra una cavidad en cuyo interior se encuentra restos humanos con su forma natural, entonces por el agujero derrama yeso líquido. Como esta cavidad conserva la forma original del cuerpo, al solidificarse el yeso queda con la forma del cuerpo.
En el año 1912 se encontraron varias casas, con balcones y 6 metros de largo por 1.5 metros de ancho. Los ataques aéreos durante la II Guerra Mundial dañaron gravemente algunas de las ruinas que han sido restauradas. Aún queda una cuarta parte de la cuidad sin excavar, y la mayor parte de la zona continúa sepultada por tierra amontonada durante las excavaciones más antiguas.
Uno de los aspectos más importantes de los descubrimientos son los objetos encontrados. La lluvia de cenizas húmedas que acompañó a la erupción formó un sello hermético sobre la ciudad, conservando muchas estructuras públicas, templos, teatros, termas, tiendas y casas particulares. Además, entre las ruinas se encontraron los restos de más de 2000 víctimas del desastre, incluidos varios gladiadores encadenados para que no se escaparan o suicidaran. Las cenizas, mezcladas con la lluvia, se depositaron alrededor de los cuerpos, tomando su forma y éstos se conservaron aún después de que se convirtieran en cenizas.
Molde de los cuerpos de los pompeyanos. En Pompeya |
Madre e hijo. En Pompeya |
Detalle. En Pompeya |
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