La Plaza del Duomo de Pisa, conocida también como la Plaza de los Milagros, es de una belleza incomparable y las obras maestras de la arquitectura que la ciñen, crean un conjunto de fascinante visión inimaginable.
Aunque el edificio más conocido en el mundo entero lo constituye este bello campanario, conocido como “La Torre de Pisa” y cuya virtud es la de conservarse incólume, a pesar de su inclinación, en sus casi ocho siglos desde que empezó a construirse. Así, se ha considerado como una de las más admiradas maravillas de la arquitectura y de la historia, pues en esta torre Galileo Galilei empezó sus estudios sobre la gravedad de los cuerpos.
Analizando la arquitectura de los monumentos de la Plaza Duomo de Pisa, tanto el baptisterio, como la catedral y el campanario, se llega a comprender su arquitectura y su magnificencia, que les han merecido que con justicia, se le haya llamado a este bello lugar... LA PLAZA DE LOS MILAGROS.
LA CATEDRAL
Fotografía de la catedral de Pisa, desde la Torre de Pisa tomada por mí. Si se observa bien el horizonte está ladeado, pero es que estaba arriba del todo de la Torre :-)
La catedral de Santa María Asunta, en el centro de la Piazza dei Miracoli es la catedral medieval de Pisa. Obra más representativa del románico, en particular del románico pisano, muestra el testimonio tangible del prestigio y de la riqueza alcanzados por la república marinera de Pisa en el momento de su apogeo.
El cuerpo de la basílica, con la célebre Torre de Pisa, que representa el campanil fue iniciada en 1063-1064 por el arquitecto Buscheto, con la décima del botín obtenido por la empresa pisana contras las Islas Baleares.
Al inicio, el edificio tenía planta de cruz griega y la cúpula sobre el cruce de ambos brazos. Hoy tiene planta de cruz latina con cinco naves con ábside y transepto de tres naves. El interior sugiere un efecto espacial similar al de las grandes mezquitas. La riquísima decoración comprende mármoles multicolores, mosaicos y numerosos objetos de bronce provenientes del botín de guerra, entre los cuales el Grifo usado como parte del techo, junto a Palermo en 1061.
Los arcos de perfil agudo hacen referencia a influencias musulmanas y del centro de Italia. La fachada de mármol gris y blanco, decorada con incrustaciones de mármol colorado fue edificada por el maestro Rainaldo.
La puerta principal de bronce macizo fue fundida en el taller de Giambologna, pero antiguamente los visitantes entraban en la catedral a través de la Puerta de San Raniero, hoy colocada atrás, frente a la Torre inclinada. Fundida en torno al 1080 por Bonanno Pisano, y única que sobrevivió al incendio que semidestruyó la nave, esta puerta fue transferida de su lugar original en la fachada precisamente tras el incendio.
La puerta de San Raniero está decorada con 24 motivos ornamentales dentro de cornices. Esta puerta es una de las primeras producidas en Italia en la Edad Media, tras la importación de numerosos ejemplos de Constantinopla (en Amalfi, Salerno, Roma, Montecassino, Venecia) y se admira de ella una sensibilidad occidental, que se separa de la tradición bizantina.
Sobre las puertas hay cuatro filas de galerías abiertas, con la Virgen y el Niño en la cima y, en los ángulos, los cuatro evangelistas, la tumba de Buscheto se encuentra a la izquierda de la puerta norte de la fachada.
El interior está revestido de mármoles blancos y negros, tiene un techo a artesonados dorados del siglo XVII, en madera y pintado, por los florentinos Domenico y Bartolomeo Atticiati. No se sabe si el techo original fuera similar o de simples armaduras. El techo actual dorado muestra el escudo de los Médici.
En el punto de encuentro entre los transeptos y el cuerpo central se alza la cúpula con frescos de la Virgen en la gloria y los santos de los pisanos Orazio y Girolamo Riminaldi (1627-1631).
Las impresionantes columnas graníticas en estilo corintio entre la nave y el ábside provienen de la mezquita de Palermo, botín de la batalla en la “Cala” de 1063.
El gran mosaico del ábside con Cristo en majestad, rodeado por la Virgen y San Juan Evangelista fue terminado con el rostro de san Juan por Cimabue en 1302, y sobrevivió milagrosamente al incendio de 1595. El San Juan Evangelista es la última obra realizada por él antes de la muerte y una de las pocas de las que existe documentación certificada. Evoca los mosaicos de las iglesias bizantinas y normandas, como la de Cefalú y Monreale, en Sicilia.
El púlpito de la Catedral, obra maestra de Giovanni Pisano, sobrevivió al incendio pero fue desmontado durante los trabajos de restauración y no fue repuesto hasta 1926. Con su estructura arquitectónica y la compleja decoración escultórea, la obra es una de las más vastas narraciones por imágenes del siglo XIV que refleja la renovación y el fervor religioso de la época.
En las placas, ligeramente curvas, se han esculpido con un lenguaje expresivo los episodios de la Vida de Cristo. La estructura poligonal, como los ejemplos análogos precedentes, en el púlpito de Pisa, de Siena y de Pistoya, pero por primera vez los paneles están ligeramente curvados, dando una idea de circularidad nueva en su género. Igualmente originales son:
· La presencia de cariátides, figuras esculpidas en el lugar de simples columnas, que simbolizan las Virtudes.
· La adopción de ménsulas en lugar de arcos para sostener el piso alzado.
· El extraordinario sentido del movimiento, dado por las numerosas figuras que llenan cada espacio vacío.
Por estas cualidades unidas a la técnica narrativa de las nueve escenas es considerado como la obra maestra de Giovanni y de toda la escultura gótica italiana.
Hércules. Detalle del púlpito de la catedral de Pisa
El púlpito solicitado a Giovanni Pisano, sustituyó a otro realizado por Guglielmo (1157-1162), que fue enviado a la Catedral de Cagliari, dependiente del arzobispo de Pisa. Dado que no había documentación de cómo era el púlpito antes de ser desmantelado, fue reconstruido en una posición distinta de la original y, seguramente, con las partes en el mismo orden y orientación de como se había pensado. No se sabe si poseía o no una escalera de mármol.
Giovanni Pisano (h. 1250-1314) fue un escultor italiano, pintor y arquitecto. Hijo del famoso escultor Nicola Pisano, quién recibió su formación en el taller de su padre.
En 1265-1268 trabajó con su padre en el púlpito de la catedral de Siena, cuya imagen se pone debajo para compararla. Luego trabajaron juntos en la fuente Fontana Maggiora en Perugia. Estas primeras obras se hicieron siguiendo el estilo de su padre. Es difícil distinguir quién hizo cada cosa. Sin embargo la Virgen con Niño puede atribuirse con certeza a Giovanni, mostrando un nuevo estilo con una cierta familiaridad entre la Madre y el Niño.
Púlpito en la catedral de Siena. Fuente: WikipediaSu siguiente obra fue en Pisa, esculpiendo las estatuas en las dos filas de gabletes con tracerías en el exterior del Baptisterio (1277-1284). La vivacidad de estas estatuas es una nueva confirmación de que estaba dejando atrás el sereno estilo de su padre.
Lo que más me llama la atención de ésto es que el hijo adoptó una nueva forma de arquitectura, diferente a la seguida por su padre. Aunque sus primeras obras eran un claro ejemplo del estilo de su padre, al final sus obras acabarían siendo más vivaces. Giovanni Pisano fue escultor, pintor y arquitecto y su padre fue Nicola Pisano, de quien aprendió en sus inicios y de quien recibió formación en su taller.
EL BAPTISTERIO
Un baptisterio es una capilla destinada específicamente a la celebración del sacramento del Bautismo, que puede estar dentro, junto o próximo a un templo mayor. En este caso, el de la Plaza de los Milagros de la ciudad de Pisa, el Baptisterio (dedicado a San Juan Bautista) se encuentra separado por unos pocos metros de la Catedral de Santa María Asunta.
Se trata de un edificio circular imponente, de estilo románico en su parte inferior y gótico en la superior, que fue construido entre los siglos XII y XIV. En su interior se encuentra, en el centro, la pila de agua bendita con la que se realizan los bautismos. La misma es de forma octogonal y posee una escultura de San Juan Bautista.
Este Baptisterio es el más grande de su clase en toda Italia, con una circunferencia de 104 metros. Fue arreglado en 1152 por Deotisalvi. Su arquitectura exterior es una combinación de estilos, combinando rayas Toscanas románicas con estatuas Góticas. Dentro de la iglesia, sobre todo alrededor de la fuente bautismal, el estilo es decididamente del Renacimiento. La acústica del domo está entre las mejores del mundo. Un coro que cante en el baptisterio de la catedral de Pisa puede ser oído hasta 2 kilómetros a la redonda.
El enorme interior es muy simple y destaca uno de los primeros grandes púlpitos Pisano, esculpidos en 1260 por Nicola Pisano y una fuente masiva, tallada. Muchas de las estatuas originales y pedazos decorativos están ahora en el Museo dell’Opera del Duomo y han sido substituidos por moldes.
Uno de los rasgos más interesantes del Baptisterio es la acústica, que resuena en todo su interior. Para disfrutar de esta maravillosa acústica vale la pena llegar temprano por la mañana, antes de que el edificio esté demasiado ocupado.
Sobre el lado sur del Campo, el único hueco en los puestos de recuerdo es para Museo delle Sinopie (abierto a las mismas horas que el baptisterio). Después del daño causado sobre el Camposanto, los restauradores quitaron su sinopie (un sinopia es un bosquejo monocromo sobre el cual está pintado un fresco). Estas grandes placas de yeso ahora cuelgan de las paredes de este museo.
Como vamos a pasar un día en Pisa, seguramente visitaremos la Plaza de los Milagros para ver la famosa torre inclinada. Aprovecharemos esta ocasión para visitar también la Catedral y el Baptisterio,y seguramente disfrutaremos recorriendo estas importantes obras arquitectónicas.
El Púlpito del baptisterio de Pisa está ornamentado con losas de mármol esculpidas con relieves narrativos que representan la Anunciación y la Natividad, la Adoración de los Reyes Magos, la Presentación en el Templo, la Crucifixión y el Juicio Final; mientras que en los capiteles aparecen intercaladas personificaciones de las Virtudes.
En esta obra, Nicola optó por representar la Natividad con la figura reclinada de la Virgen dominando toda la escena, seguida por la repetición inmediata de la cabeza y la figura de la Virgen de la Anunciación, que crea un poderoso foco de atención en el centro. La firme solidez de las figuras rivaliza con una viva preocupación por las cualidades decorativas: la articulación y la solidez de los cuerpos quedan ocultos bajo los ropajes con nítido modelado de los pliegues que cuelgan. Las personificaciones de las Virtudes muestran una mezcla de figuras de estilo francés y de diseños clásicos, como el contraposto de la figura de la Fortaleza.
En la escena de la Crucifixión nos topamos con un aumento de la gestualidad, el dramatismo y el peso de los cuerpos que genera realismo e induce a una sensación de profundidad. El trabajo de Nicola Pisano es reconocido con gran admiración, pues en todas las escenas existe una claridad similar en la estructura compositiva y en la disposición de las figuras, con el diseño de poses y atuendos repetido una y otra vez. Además, cada relieve se distingue de las molduras de los marcos y, a su vez, éstos se separan entre sí por medio de columnas lisas.
El Púlpito del baptisterio de Pisa fue la primera obra documentada de Nicola Pisano y fijó un nuevo modelo de púlpito que luego continuó su hijo Giovanni en Pistoia; el punto de partida de un estilo que anticipaba las ansias del Renacimiento italiano.
Este Púlpito del baptisterio de Pisa fue la primera obra documentada de Nicola Pisano y fijó un nuevo modelo de púlpito que luego continuó su hijo Giovanni en Pistoia. La principal diferencia que veo en esta obra respecto a la de su hijo es que su hijo anticipaba las ansias del Renacimiento italiano es decir, el hijo realizó una obra más Renacentista mientras que su padre no. Por lo demás no he podido documentarme correctamente sobre dichas diferencias porque no he encontrado mucha información.
LA TORRE DE PISA
Época de construcción y el problema de su inclinación.
La Torre inclinada de Pisa es el campanario de la catedral de Pisa. Fue construida para que permaneciera en posición vertical pero comenzó a inclinarse tan pronto como se inició su construcción en agosto de 1173. La altura de la torre es de 55,7 a 55,8 metros desde la base, su peso se estima en 14.700 toneladas y la inclinación de unos 4° extendiéndose 3,9 m de la vertical. La torre tiene 8 niveles: una base de arcos ciegos con 15 columnas, 6 niveles con una columnata externa y remata en un campanario. La escalera interna en espiral tiene 294 escalones.
El gobierno de Italia solicitó ayuda el 27 de febrero de 1964 para prevenir su derrumbe, y el 7 de enero de 1990 fue cerrada al público como medida de seguridad. Recientemente fue realizado un trabajo de reconstrucción para tratar de reducir el ángulo de inclinación. Se volvió a permitir la entrada al público el 16 de junio de 2001, después de la finalización de 10 años de trabajo.
¿Cómo se ha resuelto en los últimos años su continua inclinación?
Se dice que Galileo Galilei dejó caer dos bolas de cañón de diferente masa desde la torre para demostrar que la velocidad de descenso era independiente de la masa. La historia, aunque descrita por un estudiante del propio Galileo, se considera un mito.
Pocos años después de finalizada la torre el daño en su estructura se hizo manifiesto y muchos de los elementos de piedra originales realizados en mármol de San Giuliano fueron sustituidos, cambiándose por mármol blanco de Carrara.
En 1838 el arquitecto Alessandro Della Gherardesca excavó un camino alrededor de la torre para hacer visible la base. Esto causó una inundación de la base y de nuevo un incremento de su inclinación.
En 1934 Benito Mussolini ordenó colocar la torre en posición vertical, por lo que se vertió cemento en su base, para evitar filtraciones. El resultado fue inesperado, la torre se hundió aun más en la tierra reblandecida.
Durante la Segunda Guerra Mundial el ejército de los Estados Unidos destruyó todas las torres cercanas en Pisa debido a la amenaza que suponían los francotiradores desde esas posiciones. Se programó la voladura de la Torre inclinada, pero una orden de retirada en el último instante la salvó de la destrucción.
El 27 de febrero de 1964, el gobierno de Italia pidió ayuda para prevenir la caída de la torre. Un conjunto de ingenieros, matemáticos e historiadores se asignó al proyecto y debatieron sobre los métodos de estabilización en las Islas Azores. Tras dos décadas de trabajo, la torre fue cerrada al público en enero de 1990.
Después de una década de esfuerzos de reconstrucción y estabilización, la torre fue reabierta al público el 15 de diciembre de 2001. Muchos métodos se propusieron para estabilizar la torre, incluyendo añadir 800 toneladas métricas de plomo de contrapeso. La solución final para corregir la inclinación fue eliminar 38 m³ de tierra de la zona inferior a la base. La torre ha sido declarada estable para al menos otros 300 años:
Las labores de consolidación han permitido que la inclinación sea la que tenía en 1700, 3,99 metros.
Torre de Pisa a contraluz y detalle de la torre.
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